Salmo 126

Introducción

Algunos autores comentan que este salmo es considerado por muchos como el himno de los repatriados del exilio de Babilonia. Por lo tanto, el autor del salmo esta desconocido.

Conforme a Matthew Henry, el salmo presenta algún sentimiento de frustración. De hecho, “parece referirse el salmista, a la expectación suscitada por el edicto de Ciro, que se ha convertido ante el pequeño número de los que vuelven del destierro. Por lo tanto, no se conoce el autor del salmo, más probablemente pertenece al Esdras o algunos profetas que llegaron con los primeros”[1] 

            Por otra parte, otros afirman que la expresión  “volver la cautividad” no representa un motivo suficiente solido para saber con exactitud tal hecho. Metafóricamente pudiera ser cualquier retorno general hacia la prosperidad.[2] 

Para nuestro presente estudio  no es tan importante el autor del libro sino su mensaje.

El estudio de este trabajo tiene como objetivo analizar el texto y reflexionar a través de una ilustración, para profundizar  su significado.

1.      Análisis del texto.

1. a) Cuando Jehovah restauró de la cautividad a Sion,

    b) nos parecía que soñábamos. 

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  2. a) Entonces nuestra boca se llenó de risa; y nuestra lengua,

      b) de cantos de alegría. Entonces decían entre las naciones: "Grandes cosas ha hecho Jehovah con éstos." 

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3. ¡Grandes cosas ha hecho Jehovah con nosotros! Estamos alegres. 

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4. Restáuranos, oh Jehovah, de la cautividad, como los arroyos en el Néguev.

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5. a) Los que siembran con lágrimas,

    b)  con regocijo segarán. 

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6. a) El que va llorando, llevando la bolsa de semilla,

    b) volverá con regocijo, trayendo sus gavillas.

Paráfrasis

Cuando Jehová nos restauro (los cautivos), nuestra boca y lengua estaba llena de risa y cantos de alegría. Entonces nos dimos cuenta que grandes cosas ha hecho Dios por nosotros.

Restáuranos Jehová de  nuestra cautividad. Los que llevan las semillas en las bolsas, sembraran con lágrimas. Y los que traerán sus gavillas segaran con regocijo.

Reflexión.

Desde el principio, el autor expresa su alegría utilizando palabras como: llenos de risa,  regocijos, cantos de alegría, etc. La segunda parte describe las recompensas que reciben los que siembran con lágrimas en circunstancias difíciles.

Aunque en su providencia, Dios les permitió volver a su tierra, las dificultades que enfrentaron no fueron pocas. Por eso,  el autor dice que “Ira andando y llorando el que lleva la preciosa semilla”

La palabra clave que se encuentra en las dos partes del texto es “la restauración”. Al recibir el favor divino y la restauración, el corazón se regocija. Pero es insuficiente ser restaurado solo una vez. El salmista afirma que, para recibir la plena restauración es necesario sembrar la semilla del evangelio con lágrimas.   

La  experiencia de la restauración de  mi vida comprueba que las palabras anteriores son verdaderas.

Tengo en mi mente los recuerdos de mis primeros pasos hacia Dios. Al recibirle en mi vida, sentí como si me hubiera escapado de una gran prisión. La alegría abundaba en mi vida y no había manera de guardarla para mí mismo. Cuando escogí una vida de misión enfrente  muchas dificultades.  En una  ocasión, en  un pequeño pueblo animista,  predique sobre Dios cinco días seguidas pero  los  indígenas no comprendían nada. Mis palabras habían acabado y un sentimiento de frustración lleno mi corazón. En mi último intento de hacer algo por las almas que perecían en tinieblas, suplique  a Dios a salvar a sus hijos de aquel pueblo. La respuesta de Dios no tardo mucho en llegar.

En la siguiente mañana, muchas personas del pueblo me contaron sobre los sueños que han tenido. Tales sueños les enseñaban como era Dios. Mis lagrimas y suplicas han tenido una respuesta. El grupo formado permanece hasta hoy y la iglesia construida testifica sobre ello.   “Los que siembran con lágrimas,  con regocijo segarán” (v 5). 

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[1] HENRY M. Idem. Pagina 652.

[2] NICHOL F. Ibíd. Pagina 924.