martes, 22 de abril de 2014

Salmo 95


Introducción.

El Salmo 95 es un salmo “invitatorio”[1] y de alabanza. Uno de los usos que se da a este salmo es en la liturgia del pueblo judío. Especialmente se utilizaba para ayudar a los israelitas tomar una decisión entre fidelidad e infidelidad.[2] Otro uso fue en la iglesia cristiana primaria que lo “utilizaba como una ferviente invitación a la alabanza”[3].
Aunque no tiene título, ni en caldeo ni en hebreo, “La  Vulgata, la Septuaginta, la Etíope, y la Arabiga,  atribuye a rey David el salmo. En su opinión el apóstol Pablo, en el capitulo 4:3-7 del libro Hebreo, hace referencia a este salmo, por lo tanto, confirma tal hecho”.[4] 
Matthew Henry, refuta esta idea por la razón que la cita del libro Hebreos 7  (por medio de David), no significa necesariamente que el salmo está escrito por David, sino más bien la cita pertenece al Salterio de David.[5] Por lo tanto, su punto de vista es que le autor del libro es desconocido.
El hecho de haber sido escrito o no por el rey David no nos impide a tener una relación intima con el Señor y alabarle a través de este salmo.  
            Actualmente el salmo esta utilizado “en el judaísmo como salmo de entrada del sábado al comienzo de la Liturgia de las Horas”.[6] 
Procuraremos a continuación realizar un análisis breve de este salmo. Nos resumimos estudiar la estructura del texto, el análisis textual (palabras semejantes o contrastes) y una reflexión personal.

1.      Estructura del texto.
Adams Clarke menciona que Hubigant y otros eruditos consideran el texto compuesto por tres partes. “1) La parte del pueblo (v 1 hasta la mitad del v 7). 2) la parte del sacerdote o profeta (la mitad del v 7 hasta al final del 8). 3) La parte de Dios (v9-11)”. [7]
            El Comentario Bíblico Adventista y Matthew Henry nos propone otra estructura. La primera parte representa la invitación al culto y como ha de ser hallado Dios (desde el versículo 1 hasta el 7) y la segunda parte, conste en “una advertencia contra la incredulidad, la desobediencia” completada por una exhortación de los que participan en la liturgia, para que vivan una vida evangélica (v 8-11).[8] 
Me propuse analizar este salmo porque representa un contraste a los precedentes (32,51).

2.      Análisis del texto.

1¡ a) Venid, cantemos con gozo a Jehovah!
    b)  Aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación
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2  a) Acerquémonos ante su presencia con acción de gracias;
    b) aclamémosle con salmos
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3. a) Porque Jehovah es Dios grande,
    b) Rey grande sobre todos los dioses. 
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4. a) En su mano están las profundidades de la tierra;
    b) suyas son las alturas (tAp[]Atw>) (las cimas) de los montes.
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 5. a)  Suyo es el mar, pues él lo hizo;
    b) y sus manos formaron la tierra seca (tv,B,y:w>) (la tierra firme). 
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6 a) ¡Venid, adoremos y postrémonos!
   b) Arrodillémonos delante de Jehovah, nuestro Hacedor. 
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7 Porque él es nuestro Dios; nosotros somos el pueblo de su prado (rebaño), y las ovejas de su mano. Si oís hoy su voz, 
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8 "no endurezcáis vuestros corazones como en Meriba; como el día de Masá, en el desierto,
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 9. a) donde vuestros padres me pusieron a prueba (me tentaron);
     b) me probaron y vieron (War") (habían visto) mis obras: 
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10 Cuarenta años estuve disgustado (sentí repugnancia) con aquella generación y dije: 'Este pueblo se desvía (divaga) en su corazón y no ha conocido mis caminos.' 
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11 Por eso juré en mi ira: '¡Jamás entrarán (!Waboy>) (no habían de entrar) en mi reposo!'"
Parafrasear.
Aclamemos a Jehová con gozo, con júbilo, con acción de gracias, nuestra salvación (v 1,2). El es nuestro Dios grande, el único creador (la profundidad de la tierra, las cimas de los montes y el mar) entre tantos dioses (v 3-5).  Postrémonos delante de Él todos sus ovejas/prado (rebaño). No endurezcan sus corazones como sus padres que me probaron/tentaron (dice el Señor) por tanto tiempo (v 6,7). Por lo tanto, los que no me conocieron no entraran en mi reposo/descanso (8-11).
Reflexión.
La vida de un cristiano debe ser llena de alabanza. Recibimos tantas bendiciones que no se pueden describir con las limitadas palabras humanas. El salmista repite el mismo mensaje varias veces (alabad, aclamad con júbilo, con gozo, cantad, etc.). Alzar nuestras mentes en adoración hacia Dios, celebrar su gran bondad para nosotros, cantar con alegría nuestra salvación es la propuesta del salmista. La primera parte del salmo nos exhorta alabar a Dios. En la segunda parte se nos ofrece razones para hacerlo: Su majestad, grandeza, poder. La intervención divina representa la última parte del salmo. El mismo Dios habla a su pueblo tratando de convencerle no repetir los errores de sus antecesores.
La alabanza y el agradecimiento se deben manifestar durante toda nuestra vida. La alegría que se produce como resultado de la liberación de la esclavitud del pecado, de su prisión y enfermedad es duradera. Por lo tanto, en El encontramos el verdadero descanso.



[1] NICHOL F. Ibíd. Página 860.
[2] FRAMER R Willliam, et al. Comentario Biblico Internaciona. Verbo Divino, Navarra, 2005. Pagina, 770.
[3] Idem
[4] CLARKE Adams. Pagina 100.
[5] HENTRY Matthew. Comentario Biblico. Clie, Barcelona, 1999.  Pagina 627
[6] Idem.
[7] CLARKE. Idem. 
[8] NICHOL F. Ídem.

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